Por mi raza...

Cuentan que en la facultad de Ciencias de la UNAM es tan patente la presencia de chicas lindas y de sinuosas curvas, que los estudiantes han designado a una de las zonas de recreo en donde su presencia es especialmente abundante como El Amper: "...porque ahí pasa un "coulomb" (culón) por segundo..."

Cuentan que en la Facultad de Ingeniería de la UNAM se da el fenómeno contrario. La pobre oferta de muchachas guapas y voluptuosas ha llevado a sus estudiantes masculinos a experimentar un proceso adaptativo de regulación de expectativas a la baja, conocido con el nombre de Síndrome de Piolín. Pues cada vez que una mujer (regularmente un adefesio) cruza los pasillos de la facultad, no falta el sediento pasante que exclama "Me parece que he visto una linda gatita..."

--APB