Reality Therapy

Él camina una ruta de tristeza por la desesperante transmutación de la niña de sus ojos en un fantasma.


Meses de soñar con un tiempo futuro en el que quizá... si el destino fuera favorable... si el corazón fuera valiente... si ella no hubiera encontrado a nadie y un rayo de luz la iluminara... y estuvieran solos, sin compromisos y nostálgicos... si la memoria de lo lindo prevaleciera y el olvido de lo feo hubiera ya arribado... y se volvieran a encontrar...

Pura "chaqueta mental", como apropiadamente le llama su grupo de amigos a la trampa de reproches interminables, laberintos de ambivalencia e ilusiones infundadas que sobrevienen a la muerte de todo amor.

Entonces, en un viaje de trabajo a otro país, una noche inesperada, en una esquina inesperada, él se topa a una colega de la universidad, con la que siempre ha compartido un vaivén invisible.

La noche discurre entre cervezas y langostas de Maine. Y una larga puesta al día, en donde ella le cuenta que está en esa ciudad para estudiar una maestría en "Terapia de Realidad".

La noche termina como deben terminar las noches de azarosos reencuentros, cuando uno deveras tiene ganas de cobrarle cuentas pendientes al pasado y encuentra el valor para asumir visiblemente su parte del vaivén.

Al día siguiente, montado en un avión que lo lleva de vuelta a casa, mientras revive cada estación de aquella noche, escribe un poema.

"Reality Therapy"

It´s just cowardness
To argue
that depression
Is a ghost
That arrives
Uninvited.

It´s always us
Who call
grief
Upon our hours.

The warmth of your body
Your teeth
Your hands
trying to rip
my heart
out

Shared hopes
Our tremble

Remind me
That I have
The power
To choose
This smile
This tender kiss.

That we are
free
To build
this instant.

To be.

Mira através de la ventanilla del avión y sonríe, pues ha visto la salida del laberinto.

Ingora, tristemente, que aún le restan varios años de encierro...

--A.P.